domingo, 27 de julio de 2008

Una historia de vidriera

Hernán viajaba en colectivo al trabajo. Aquella mañana había llovido, cosa que no sucedía hace mucho, lo cual convertía al asfalto en una pista resbaladiza de un tinte casi negro y a las veredas en hogar de charcos, baldosas sueltas traicioneras, canteros inundados y choque de cabezas con paraguas.
¡Ese viaje era tan largo! ¡El laburo quedaba tan lejos! Y Hernán andaba ahí, siempre expectante de que alguien se levante para bajar y sentarse él. Sentarse apenas subía era una utopía, por lo tanto Hernán había desarrollado una técnica que aumentaba las posibilidades de sentarse: Ante todo, había que ir para los lugares del fondo, hacer lo posible para llegar a ellos. Allá, en los confines del bondi, la estadística favorecía en cantidad de asientos. Preferentemente había que ubicarse en la fila que no continuaba el asiento del chofer, o sea, la de dos asientos, aunque en los Súper-Bajo era indiferente, y en los colectivos con rampa, el lugar ideal estaba entre los cuatro asientos enfrentados y los tres pegados al motor.
El siguiente paso precisaba de un instinto acompañado del prejuicio: según vestimenta, cara, edad y objetos portados, se podría suponer dónde bajaba una persona. Por ejemplo: un/a señor/a de 25 para arriba, hablando con celular, cargando un ataché o maletín, vestido refinadamente, muy probablemente se bajaría dentro del rango de la zona céntrica; al igual que un pibe menor de 25, que llevase pulovercito y mocasines con pantalón de vestir, o una flaca menor de 30 con pollera, saquito y bastante maquillada.
El último paso era ubicarse cerca de ese asiento donde se situara la persona con más pinta de bajarse antes, teniendo en cuenta hacia dónde debía moverse uno cuando esa "X" persona cediera su asiento, cuidando que en ese movimiento no se perdiera la posición privilegiada para ocupar el asiento.
Bueno, en eso andaba Hernán por la Avenida Corrientes, arriba del colectivo que lo llevaba todas las mañanas al quehacer diario, cuando entre el empañado del vidrio pudo ver (gracias al círculo que había dejado la cabeza del recientemente despierto chabón que seguramente iría a Facultad de Medicina, de jean, campera Adidas, MP3 y mochila) una imagen atrayente por lo intrigante y de leve tono macabro: en un negocio, de la mano de enfrente, todos los maniquíes estaban tirados, uno encima del otro, desacomodados, pero completamente vestidos. Ver maniquíes amontonados de la misma manera, pero desnudos y sin cabeza ni brazo derecho, bueno, vaya y pase. ¿Pero vestidos? No, algo ahí no cerraba.
Esa noche, al llegar a su casa, Hernán me llamó y me comentó tan peculiar hecho que les acabo de relatar, y que tan en vilo lo había dejado. Lógicamente le dije que era un pelotudo, y que tenía que dormir más antes de ir a laburar, a lo que el me porfió un potente "¡Andá a la puta que te parió!". Antes de que se escuche el clac que marca el cuelgue del teléfono del otro lado de la línea, escuché a Hernán exclamar a la distancia algo de averiguarlo por sí mismo.
Hace dos semanas que nadie conoce de su paradero, ni tiene noticias de él. Hasta esta carta que me acaba de llegar. A ver...

"Querido Andrés:
El que viene una vez por mes. Je, para que veas que no perdí el sentido del humor. De hecho, está por la nubes. Paso a contarte, pero ante todo, te pido perdón por la última vez que hablamos. Me fui un poco al carajo, porque estaba re cebado.
Ahora sí, te cuento: Cuando te corté aquella vez, me vestí todo de negro, agarré el pasamontañas que llevé a Bariloche (cada vez que digo Bariloche me acuerdo de Rominita, ese bagarto que te comiste vos en Grisú, jejejejeje, sos un hijo de puta), linterna, y me fui derecho al lugar de los maniquíes que te conté. Posta que quedé flasheado mal. ¿Viste que yo siento cosas raras y me re cebo? Tenía que llegar al fondo del asunto.
Entrar al local no fue difícil; lo difícil fue explicarle a la chica del mostrador porqué estaba vestido así, para qué necesitaba una linterna cuando el local estaba abierto, y algunos que otros pormenores. Le inventé que esa era mi onda, que escuchaba Mary Timony... Imaginate que después de eso, a la pendeja ni le extrañó que le pidiera una pollera verde y fucsia para probarme. Me fui al vestidor del fondo y esperé ahí mi suerte. La verdad es que a la que atendía le chupaba un huevo el futuro del local, si robaban o no a la noche, así que a las nueve en punto le escuché decir "A la mierda, me fui", y se fue nomás.
Todo el terreno era mío, podía hacer y observar cuanto se me antojase. Adopté la estrategia de quedarme ahí paradito, en el molde, para ver qué onda. Boludo, no me vas a creer, pero te juro que no estaba drogado, vi y viví todo.
Resulta que los maniquíes se empezaron a mover. Lento, despacio, casi imperceptibles al principio, sus movimientos toscos y torpes se fueron haciendo notar, cada vez más claros. Se fueron dando vuelta, abandonaron la postura que tenían cuando llegué al local vestido como un forro, y caminaron. Sí, te lo juro, caminaron. Y no es todo... voces, había voces... estaban hablando. Como Lía Salgado con aquellas desahuciadas almas nocturnas, como la tetona de ese programa de juegos a la madrugada que nadie veía excepto por las tetas, como vos con Rominita en Bariloche, jejejejeje, qué hijo de puta. Y, por ésto no pongo las manos en el fuego, hasta creí ver una tocada de nalga (no con la palma, sino con el costado del pulgar. No te olvides que eran maniquíes) del maniquí con jeans de 110 mangos (me acuerdo porque me pareció un robo. En Once vi los mismos a 45) a la maniquía (¿se dirá así?) con mini de jean y remera blanca con lunares rojos.
Bueno, pasó que los maniquíes se pusieron mimosos, te aseguro que cada vez más mimosos, y se la rebuscaban bastante bien para desnudarse. Una maniquía se sacó la pollerita frotándose con el mostrador, y después ayudó a su pareja del momento a sacarse la remera. Tardaron media hora, pero pudieron. Cuestionga, una parejita viene caminando hacia donde estaba yo, y vos te imaginarás mi cagazo, no tenía la más puta idea de si ni se iban a dar cuenta o si me iban a morder el esternón. Que corro, que me voy, que me hago un bollito y que pase lo que tenga que pasar... abren la cortina.
"¡EPA!", gritó el guacho. O imagino que era él, no movía la boca, pero imagino que fue él porque se dio vuelta (conté el tiempo, cuatro minutos y monedas) y la misma voz volvió a gritar: "¡UN BIOTI VIEJA, ACÁ HAY UN BIOTI!". Después me enteré que "bioti" le dicen los maniquíes a la gente, como en Amérika le dicen "paqui" a los heterosexuales. No me hubiese extrañado ver a Rominita ahí, jejeje.
Todos los muñecotes se dieron vuelta, y el que tomó el rol de líder, que dicho sea de paso, estaba completamente en pelotas, se me acercó suave y duramente, en lo que fueron los once minutos clavados más tensionantes de mi vida. Hasta que habló, con esos ojos tan vacíos de vida pero tan llenos del fuego del infierno: "Esa, tenemos otro más. Parate".
Me paré tipo película de suspenso yanqui, bien lento y con la boca semiabierta. Me ordenó ponerme en bolas y también lo hice. En ese instante, la maniquía de antes, la que me había descubierto, se me acercó y meta mano en el ganso. Así fueron pasando todas hasta la sexta y última. Desde ese momento que estoy todo duro, no puedo caminar rápido ni abrir los brazos. ¿Festejar como Rambert? Ni hablar, pero me chupa todos los huevos de la humanidad masculina que haya poblado esta dulce tierra festejar un gol como ese fracasado. Lo bueno es que se me fue la panza, tengo los raviolitos marcados en el abdomen, vivo peinado a la moda, uso jeans de 110 mangos, un sweater marca Rusty color marrón que la zarpa, ando descalzo todo el día, cuando me dejan en pelotas nadie se espanta ni corre al baño público más cercano. Al final, esta vida no es tan mala como parecía...
PD: Después te cuento cómo ocultamos el amigo, je.

Atte: Tu amigo, Hernán.



NdeR: A los que no saben quién carajo es Mary Timony, como yo hasta que vi este video que está relativamente entretenido.

viernes, 18 de julio de 2008

Y sí...

Cobos votó por el no, y fue el desempate en favor del "tan atacado y maltratado campo".
Yo no creo que no haya actuado fiel a sus ideales, de hecho considero que es exactamente lo que hizo. Su voto fue "valiente" por haberse contrarrestado al del gobierno actual, del cual él es vicepresidente. Pero sinceramente, me parece un voto CAGÓN, porque cuando hubo que poner los huevos, no lo hizo. Por eso me parece fiel a sus ideales radicales, y en todo caso, el error me parece el que se lo haya elegido como compañero de fórmula.
El radicalismo, salvando casos que no puedo menospreciar, dícese Yrigoyen por ejemplo, se distinguió toda su vida, toda su existencia, por buscar "la claridad" en el manejo del gobierno democrático, pero sin intentar ningún cambio en favor de una real mejora, de una distribución equitativa, de los derechos del trabajador, y tantos "detalles" más.

Ahora, me dan mucha gracia las contrariedades en los discursos:

- El campo pregonando el "Basta de no te metas", festejando la convocatoria de gente (punto y aparte: qué asco... maldita clase media "medio pelo"), pidiendo mejor distribución de la riqueza, respeto a la Constitución... Parece que se olvidaron que hace MUY POCO tiempo (no se vayan a la dictadura, alcanza con Ménem) eran sordomudos defensores de esa política; parece que se olvidaron de los agravios a los gobiernos "populachos" (no se vayan a Perón, vengan a Kirchner); parece que se olvidaron que cuando se propuso que las retenciones las dividiera cada provincia por separado en diferentes porcentajes a salud, educación y caminos, NINGUNO dijo sí o no, esquivando el bulto y hablando de las grandes arcas de los Kirchner; parece que se olvidaron de sus faltas a la Constitución (no se vayan a su apoyo al gobierno defacto de los 70, vengan a los cortes de ruta (que no son lo mismo que un corte de calle, son únicas vías posibles para transitar el país. Cortar Alem y Corrientes retrasa 30 minutos el tráfico, cortar la ruta 14 corta el tráfico de todo el país), decir que las retenciones son inconstitucionales (¿y el artículo 4? LAS RETENCIONES NO SON IMPUESTOS) y más cosas que nombré en la entrada anterior al respecto de este tema).
- No soy particularmente kirchnerista. Siguen falencias graves en sector educación, medios de transporte, algunos servicios. Ahora, si los manifestantes del campo, los anti-K, piden más distribución de la riqueza... ¿de dónde pretenden sacar la plata? ¿Distribución de la riqueza o mágica creación de guita para darle a los pobres (los pobres gordooooo, pobreshitos, denle de comer bolooooooo. ¡¡¡Uy, pobreeeeeeeeeeesh!!! ¡¡¡Miralos, son de verdad!!!)?
A ver, no descubro nada si cuento que el campo tiene una renta extraordinaria (no repito de memoria, da la casualidad que lo veo todos los días), y no digo que se lo ganó sin trabajo. Pero... de algún lado la plata tiene que salir, e inclusive aplicando las retenciones al 44%, el campo seguía ganando un 35% más. Ahora será un 50% quizás. Seguramente será aplicado a todos los peones rurales que están en negro y que cobran 900 pesos por sus 12 horas de trabajo al día y cama adentro, a cultivar una gran variedad de cereales y no sólo soja, que además de no ser consumida en Argentina, destruye toda fertilidad del suelo, que será invertida en pequeños agrícolas y ganaderos independientes.
- Llegué a escuchar decir que la diferencia entre pobres y ricos, descontando que los pobres subieron su nivel de ingreso (ay, pero yo me olvido que eso no importa, que el negro le das 200 pesos más y está contento, le tirás un chori y te va a la marcha. ¿El negro darse cuenta que está empezando a cobrar lo que corresponde? Noooooooo, cómo va a entender eso gordoooooo, es negro, date cuenta) subió más que en gobiernos anteriores. Pero, entonces, cuando se intenta quitar una parte de la renta extraordinaria (dícese de un exceso en lo esperado de ganancia, bien ganado, no lo niego) para aplicar esa distribución que los putos medio pelo exigen, ellos mismos salen a la calle a ponerse del lado que les garantiza mantener su resurrección económica (no olvidemos que hace 6 años, económicamente estaba practicamente todo destrozado). Sigue siendo contradictorio.
¿Que los Kirchner se lo iban a guardar para ellos y aumentarían sus arcas? Es probable, pero ese discurso lo tienen gastado. El proyecto estaba y nadie opinó de él, sino de sus bolsillitos. ¡¡¡Y los pobreeeeeeeesh, por dios denles de comer!!! Si este robo sucedía, el pueblo podría levantarse (como lo hizo hace poco: el 20 de diciembre del 2001 estaban todos los bandos que hoy pelean de distintos bandos), pero no. Ahora no pasó eso. ¿Coincidirá con la mejoría económica y humitos en la cabeza típicos del medio pelo? Nahhhhhhhhhhhhhhhhhh, tengo que dejar de decir boludeces.
- Este discurso de repentino interés del campo (necesario, no estoy renegando del campo. Es necesario, pero no es lo único) coincide MÁGICAMENTE con una resurreción del viejo discurso de la "verdadera historia" de la dictadura. Afiches en la calle, publicaciones en internet, todas a favor del campo y de apoyo al Proceso.
- El campo se declara mayor benefactor del Estado, sustento casi único del país, y escucho todo el tiempo el "A ésta la hicimos rica nosotros". Pero el PBI interno muestra que los mayores porcentajes pertenecen a todo lo que se refiere a servicios (agua, gas, etc).
Además, los máximos productores y generadores de riqueza son las grandes multinacionales y los mediano-grandes que alquilan sus suelos a estas empresas para la producción de soja, el producto más discutido de todo este debate. No vi muchos pequeños agrícolas o ganaderos en las marchas, no conocí de peones que apoyen, aunque los debe haber habido, pero esporádicos, como gente relacionada en algún punto al campo que piensa como yo. Mientras duró el paro, se siguió produciendo, y las exportaciones no salieron durante mucho tiempo porque la cosecha estaba guardada en silos, y el clima en gran parte de los días no ayudaba a la recolección ni a la plantación. No fue todo tan mágico. Y del derroche de leche, por ejemplo, mejor ni hablemos. ¡¡¡Losh pobresh la agarraban del shuelo!!! Ay nonono, pobreshitos los pobresh, denle de comer.


Hay mucho por mejorar, eso no hay dudas. Pero si salimos como locas a la calle a cacerolear en contra de lo que se exigía hace MUY POCO TIEMPO...

sábado, 12 de julio de 2008

Nacido para vender

-(Estos papeles me van a dar vuelta la cabeza, tengo que repartirlos por medio contintente) Sí, voy al cuarto piso (¿Porqué mierda será que te piden nombre y DNI para subir? Nadie se fija después).
- Yo también voy al cuarto piso.
- Ah, mirá vos. (¿Qué onda este hombre? ¿Me vio cara de copado?)
- ¿Vas a Rueda y Bresur?
- Ajá, sí. (Uy dió', que no se gomosee. No tengo ganas de hablar, ¿no se da cuenta? Viejo, cuando uno no quiere hablar, no quiere hablar y se nota. Dejate de joder).
- Ah...
- (Terminó, terminó, vamos carajo)
- Y... ¿Es la primera vez que venís acá?
- (Pero... ¿Es un boliche y no avisaron? Qué boludo yo, pensando que venía a una corredora. Ah, efectivamente es una corredora... No entiendo a qué va este tipo) No, ya vine (Bien ascensor, abrite, hacé esto pasajero, subí rápido, a la velocidad de la luz, hacé el viaje corto).
- Ah... ¿Y a qué?
- (Bueno... puedo elegir: Contestarle secamente la verdad y esperar que entienda que no querés hablar; no contestarle nada o; contestarle como el culo, una puteadita, algo así... jajajaja, estaría bueno. "¿Sabés a qué vengo? A putear a un pelotudo como vos". Nah, apliquemos tranquilidad) A entregar estos papeles (¿Me vas a preguntar para qué sirven también? ... ¿Qué piso era? ay... ¿Cuál caraj...? Ah, sí, cuarto).
- Y bue...
- (Ja, típica respuesta de ascensor. "Es lo que hay", "Qué se le va a hacer", y largo repertorio. Qué feo no poder estar callado un segundo. En el fondo, pobre chabón, un bajón... cuartoooooooo, vamos carajo).

Timbre, recepcionista "- Hola, vengo a entregar estos papeles para sellar, bla bla bla, no, no está muy buena. Pero qué sé yo, un ratito me divie... ah, sí, qué tal, las hojitas dobladas son las que me llevo yo, bla bla bla, dale loco, apurate que tengo ochientas doce mil cuatrocientas sesenta y un más para entregar. ¿Cuándo volverá el fút...?"

- Yo vengo a verlo a Horacio, ¿vos lo tenés que ver a él?
- (¡¡¡Ah noooooooooo!!! Sigue acá este forro. Más denso que el mercurio. Uy, qué chiste técnico que acabo de tirar. Para algo sirvieron los seis años de industrial... jejejeje) No, ni idea a quién tengo que ver. Sólo necesito sellos en estos papeles.
- Ahhhhhh.
- (Que se calle, que se calle, que se ca...)
- Porque yo a Horacio vengo a...
- (CONCHA DE MI VIEJA)
- ... venderle aceite de oliva, porque yo vendo aceite de oliva, ¿viste?
- Ajá... (no seas curioso, no seas curioso, te va a seguir hablando, no seas curioso, no s...) ¿Para alguna empresa o independiente? (IDIOTA, IDIOTA)
- Nooooo, no, yo independiente. Ahora yo te estoy hablando a vos, pero no te descuides que en cualquier momento te encajo una botella de aceite de oliva, je.
- (Uy, me estoy cayendo al suelo de la risa, por favor, no puedo respirar, ohhhhh... Qué desesperado este tipo, se parece a ese chabón de los Simpsons que trabaja de vendedor y es re fraca. Encima aceite de oliva, justo a mí, jajajajaja) Mmm, no me gusta mucho el aceite de oliva.
- Jaja. Bueno, igual yo te lo decía mitad verdad mitad en serio, viste. Siempre hay que fijarse, uno nunca sabe.
- (Grande capo, gracias por darme los más innovadores trucos de la mercadotecnia) Sí, pero bueno, no me gusta, gracias. Suerte con el que le vas a vender ahora.
- Bueno, entonces... Puedo venderte más cosas...
- Pero no creo que...
- Nonono, mirá, nunca hablés sin ver antes, sin compromiso: Vos sos un pibe, fachero, ¿seguro que las chicas te siguen por todas partes no?
- (Mmmmmmmmm...) No, la verdad no mucho.
- Bueno, seguro que porque no usabas este perfume. Es de Kenzo, estamos agotando un stock sobrante. Mirá, olelo.
- (No, no quiero tu puto perfume, sabés perfectamente que no te lo voy a comprar) Sí, es rico, suave (No me pidas más que ese cumplido porque no lo vas a conseguir).
- Bueno, te gustó veo. Entonces, por la liquidación que estamos haciendo, y por que la verdad me caíste muy bien, te lo voy a dejar en 20 pesos.
- No, gracias.
- Bueno, en 15.
- No, gracias.
- A 10.
- (Tapalo con diario por dios) No, no, muchas gracias.
- Como máximo te lo dejo en 8. 8 pesitos y te llevás este perfumón, que mirá, se te van a tirar las chicas por todos lados.
- (No me interesa tu producto y sos un pésimo vendedor) No.
- Y bue...
- (Que todos los dioses de la mitología escandinava se apiaden de mí y silencien a este hombre...)
- Podemos agregarle al combo una practiquísima linterna con sistema dínamo bobina-ficción.
- ¡¡¡ES BOBINA-FRICCIÓN!!! (PELOTUDO)
- Jajaja, claro, eso. Bueno, por mi equivocación, te recompenso con todo lo que te dije antes y le agregamos una estampita de Jesús.
- ¡¿Me estás vendiendo religión?!
- Felicidad.
- Eso es una falacia.
- Seguramente tengas razón...
- (¡¡¡¿¿¿CUÁNTO TARDAN EN SELLAR 15 PAPELES???!!!)
- Entonces, ¿qué decís si te lo dejo todo a 7?
- (¿No querés que me garche a tu hija también?) ¡¡¡NO!!!
- ¿Y si le agrego una cita con mi hija?
- (A la mierda) No, en serio, gracias, no quiero nada.
- Y además mi reloj.
- No.
- Y mi campera.
- No, basta.
- Todo a 5 pesos.
- Bajo ningún punto de vista.
- Si es porque no tenés plata, te hago un préstamo.
- ¡¡¡No necesito nada de vos!!! (Lo emboco, lo emboco).
- Bailo la Macarena si te llevás todo a 4 pesos.
- (Ignoralo, ignoralo, mirá para el otro lado... Si me decía Aserejé por ahí le decía que sí, debe ser muy gracioso eso)
- ¿A 3 pesos?
- (Dame una "n", ENE; dame una "o", O; ¿Qué se formó? ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!)
- Y además voy haciendo un strip. Y a 2 pesos.
- Mirá, te voy a decir algo. Dedicate a otra cosa, porque los negocios no son lo tuyo. Sos muy denso, y podés tener un lingote de oro incrustado con diamantes que no lo vendés. No pudiste venderme nada. Ni con un pete de la puta de tu hija (JAJAJAJAJAJA, qué innecesario) me convenciste. Basta, no te aguanto más (¡¡¡VIENEN LOS PAPELES SELLADOS!!! ¡¡¡BIEN HIJO DE PUTA INEFICAZ!!!), suerte con tu aceite de oliva, pero no creo que la tengas porque sos un escracho, no podés vender nada.
- ...
- Chau.
- Esperá.
- (Mierda, me fui al carajo. Me emboca, me emboca, me emboca) ¿Qué mierda querés?
- ¿Vos decís que yo no te vendí nada?
- Es evidente.
- Bueno bobito, date cuenta que te vendí mi alma.
- (Opa)
- Chau.
- (Qué lo parió...)

El chabón se quedó mirando fijo a un punto en el aire, y a los dos segundos empezó a abrir la boca desesperadamente, como buscando aire. Empezó a escupir una luz verde, los labios se le dieron vuelta y empezaron a comerle la cabeza, siguiendo con los hombros, caja torácica, y así hasta llegar a los pies, quedando sólo una masa amorfa y trémula que se fue desintegrando. Quedó solo la luz verde en forma de tubo vertical, y Robbie Williams entró corriendo como loco a cantar Rudebox.Todos los empleados y yo nos pusimos a bailar como locos, cantando muy felices y tomando Séptimo Regimiento.
Y esa es historia de la primera vez que vi en vivo a Robbie Williams.

lunes, 7 de julio de 2008

20

(Amo escracharme)

Entrando un poco en esa nostalgia y obsesión que me dan los números enteros, redondos, cerraditos, hoy aparece un 20; 2 décadas exactas, mil vivencias, y la conocida frase "20 años no es nada".
20 años recorridos por una memoria privilegiada, el introvertidismo, el delirio, la ciclotimia, la sensibilidad y algo de culpa.
20 años atravesados por deseos, satisfacciones, peleas, llantos de mejillas secas, sueños, limitaciones, fuerza, golpes a la pared, un poquito de terquedad, oscuridades, secretos de "hasta la tumba", errores, aciertos, muchos reproches, compañerismo, coqueteos, gente en el camino, gritos al viento, decisiones difíciles, festejos, agasajos, borracheras y algo más, filosofazos de madrugada, incondicionalidad al ser querido, ayuda y negación de ella, amores que no fueron, amores que fueron, marcas a fuego, calles caminadas, miedo, traumas, torpeza, posturas, libros, música, hojas con tinta, desprolijidad, revoluciones, procesiones interiores, de aprender quién estuvo y quién está, de familia con sus idas y venidas, de amiguitos, de amigos, y de hermanos del alma.
Habrán sido unos genios, pero acá Gardel y Le Pera le pifiaron: Es mentira que 20 años no son nada, 20 años son un montón. Y hoy, a pesar de todo, me doy gracias por haberlos compartido conmigo; en avión por un cielo despejado o arrastrándome por el pantano, pero conmigo.