jueves, 16 de julio de 2009

S.A.S. (Síndrome de los Adultos de Snoopy)

Después de largo tiempo de investigación, he descubierto el síndrome (o sindrome, como dicen varios médicos) que me azota día y noche.
Ustedes recordarán aquel antiguo pero nunca olvidado dibujito llamado originalmente "Peanuts":


Bueno, sí, todos conocemos la serie como Snoopy, el perrito pajero de acá arriba, que era acompañado en sus aventuras (unas aventuras REEEEEEEEEEEEEE locas) por una serie de grandes mogólicos, como el esquizofrénico de Charlie Brown, el autista de Schroeder, que tocaba el pianito... ahora que me pongo a ver en la web, los personajes eran bastante buenos, jajaja.
Bueno, onda que me estoy yendo al carajo, y esto forma parte del S.A.S.
El paciente inicia una conversación, y en un punto del tiempo y el espacio... se pierde, se va, abandona todo, se desconecta, su cerebro sale a la calle, se toma el 86, se baja en Ezeiza, saca pasaje inmediato al archipiélago Oceánico de Micronesia, y vuela vuela vuela. Su distracción no siempre se debe al poco interés a la charla que está manteniendo. Puede ver, escuchar, oler algo en el ambiente, entretenerse jugando con un pedacito de papel, de su ropa, perderse en algún detalle de la otra persona, y ahí surgen los síntomas de S.A.S., los cuales paso a describir:
Hagan un poco de memoria... ¿recuerdan que en Snoopy no aparecían figuras de adultos? A pesar de que podíamos ver a Charlie Brown cada tanto hablarle a su madre, esta charla era con Brown solo en la pantalla, hablando a un punto donde debíamos suponer que más alla estaría la madre. La base, el detalle principal que sustenta todo ésto, es el habla de los adultos: "Uaua uaua uaua uaua" repetían sin ton ni son. Los personajes de Snoopy los comprendían y repetían lo que ellos decían, transmitiéndonos así a nosotros, pobres plebeyos usuarios de la TV, lo que los adultos comunicaban.
En la vida real, al perderse en algunos de los detalles antes mencionados, la voz de quien se nos dirige se transforma en algo así como la voz de los Adultos de Snoopy (lógicamente, de ahí el nombre del síndrome), y la falta de un Traductor-Snoopyano le juega en contra al enfermo, quien perderá totalmente el hilo de la conversación. Vale volver a aclarar que esto no implica falta de interés.
Se mostrarán a continuación los distintos casos donde el S.A.S. puede aparecer:

- Subte, 8 de la matina, el paciente todavía dormido y con nulas ganas de ir al laburo. El subte se retrasa unos pocos minutos, nada del otro mundo. Una señora parada a su lado empieza a refunfuñar buscando hacerse notar, soltando un "no puede ser" o un "qué barbaridad". Ante la total indiferencia, se dirige directamente al poseedor de S.A.S.: "¿A vos te parece que tarde tanto? Esta gente no quiere laburar y uaua uaua uaua uaua"
- Fila del banco, un abuelo con pinta de cabrero y boina color marrón llega y se ubica detrás del paciente en la fila. "¿Y pibe? ¿Avanza o no avanza?" Ante la respuesta monosilábica que seguramente dé el S.A.S., el señor comenzará a contarle sus andanzas en el banco, que el cajero de la izquiera es el más rápido, que el del medio es un pibe lento y uaua uaua uaua uaua.
- Conversación con una piba. Buena onda, es interesante, se puede hablar bien, entretenida, divertida. El enfermo está hablando re compenetrado de un tema re groso, de esos que no suelen llevar a la nada, de la historia de Esparta o algo así. La piba se prende en la charla también, todo bárbaro. Ella empieza a opinar que el modelo ateniense era efectivo porque se sustentaba en un 95% de población esclava, y él se da cuenta que ella tiene algo raro en los ojos. De vuelta, uaua uaua uaua uaua, y a los 5 minutos, cuando reaccione, tendrá que hacer un esfuerzo extremo para volver a tomar el hilo de la conversación.
- Charla con los pibes, de vuelta esas cosas que no llegan a nada. Que si Perón era demagogo, que si Hitler era más genio que hijo de puta o viceversa, que los verdaderos significados de The Wall, y el chico S.A.S. se toma de una pequeña puntita de la conversación, quizás de un comentario colgado y que poco influye en lo que se está hablando. A partir de ahí todo será un concierto de uaua uaua uaua uaua en alto volumen, donde nadie quiere ceder, mientras el sufriente del síndrome está pensando en algo absolutamente colgado. Es probable que vuelva al mundo terrenal con un comentario inconexo, lo que valdrá la risa y los insultos de sus amigos, que seguramente habrán aprendido a convivir con el S.A.S.

Todo esto del Uaua Uaua me hace pensar que de acá podemos sacar tranquilamente el tema del verano 2010. Total, normalmente los temas del verano suelen repetirse en estribillos monótonos similares al Uaua Uaua. A ver si sale un tema:
Sábado a la noche, te paso a buscar
todo el tiempo Uaua uaua
...

No, demasiado riesgoso en cuestiones de copyright. Quizás podría ser algo como:

Cuando te hablen a vos
y estés mirando una mosca,
no pidas perdón
y bailá esta danza loca:
Si tu jefe te habla:
UAUA UAUA UAUA UAUA!!!
Si te aburre la charla:
UAUA UAUA UAUA UAUA!!!
Si te mandan a lavar platos:
UAUA UAUA UAUA UAUA!!!
Si la piba es muy gato:
UAUA UAUA UAUA UAUA!!!


Bueno, ahora todo es cuestión de tiempo. Amigos musicalizadores, póngale ritmo y salgamos a romper las pistas veraniegas.

domingo, 12 de julio de 2009

¿En qué puedo ayudarte?

No sé decirte nada.
Necesitás palabras
y no las tengo.
¿Cómo sanar tus heridas
que brotan malditas
del encono del silencio?

Espero que entiendas
mi humilde manera,
la única que tengo,
de darte apoyo
para saltar escollos
que se tornan molestos.

No concibo tu llanto,
que te lastimes tanto,
que llores tan fácil.
Ya es toda una vida,
y no acostumbro todavía
a verte tan frágil,

a saberte tan sensible
y a la vez tan increíble,
fiel, pensante y compañera.
Y aunque sé que está claro
yo quiero aclararlo
las veces que sea:

Por siempre tu hermano,
por siempre una mano
para sacarte del agua
que pueda ahogarte,
y arruinar el arte
de tu risa y tu mirada.

lunes, 6 de julio de 2009

CAMPEÓN



Yo sé que para muchos es algo difícil de entender. Que no se llega a comprender la pasión. Ni yo, con la facilidad que tengo a veces para escribir, y con toda la felicidad que tengo en este momento, puedo entender cómo no puedo explicarlo todo. Y es que es eso mismo. No se explica, no se entiende. Se siente, se lleva en el corazón y se lleva por delante a cualquier intento de raciocinio.
Lo de ayer fue una fiesta total, a cancha llena, con mucho color, papelito, serpentina y pirotecnia. La gente no paró de cantar en todo el partido y el equipo no decepcionó. Salió a comerse a Huracán (por historia, el equipo más amargo y pechofrío que ha poblado Latinoamérica) y se lo comió. Bolatti no pudo demostrar todo lo enorme jugador que es (pone huevos, no llora al pedo. Demasiado grande para jugar en el Glo"B"o), De Federico algunas apariciones esporádicas, Pastore siendo el fiel reflejo de la idiosincrasia Quemera (un rolito), Arano puteando y pegando a cuanto se le cruce. El miedo que tenía ese muchacho no tiene nombre.
Quedará en la historia, dicen los grandes medios, este honorable segundo. Más que el campeón. Vélez no salió campeón, si no que Huracán fue robado vilmente por un árbitro asesino. ¿Saben qué? Brazenas es, fue, y será horrible, para todos. Todos quisieron quedarse con el gol anulado al sorete de Eduardo Domínguez (gol mal anulado, sin dudas) y el dudoso gol de Vélez, por falta previa a Monzón (atajó bien, pero al final mostró todo lo mogólico y mal perdedor, digno hincha de Huracán que es).
Nada se va a mencionar del PENALÓN que Arano le hace a Cubero, que merecía roja directa SIN DUDAS. Hablarán de que Otamendi debió haber sido echado (esto sí lo pongo en duda), pero nada de que Leandro Díaz corta desde el suelo con una mano ALEBOSA una contra.
Por mi parte, todo esto me hace más feliz. Me encantan que tengan mucho para llorar, que se lamenten y se quieran matar por otro campeonato que se les va, que ya no puedan ni mencionarnos el 71, que se quejen hasta la muerte, reprochen, pero que se queden en eso. En llorar, que es lo que ha hecho siempre Huracán. Llorar y colgarse de argumentos ajenos para considerarse "grande".
Lo cierto es que Huracán casi ni salió al partido, Vélez lo superó en todas las líneas, y si bien sufrió, fue el justísimo ganador del partido y del torneo. Arriesgamos en todas las canchas, ganamos partidos impresionantes, y nos sobrepusimos a varias lesiones de jugadores fundamentales.
No puedo más que darle las gracias al Fortín, al Fortín de mi vida que ayer me hizo sufrir primero para emocionarme después hasta las lágrimas, con mi viejo y mis amigos. No puedo más que darte las gracias por haberme hecho pasar el momento más apoteótico de mi vida junto a la gente que quiero, como regalo anticipado de cumpleaños.

¡¡¡GRACIAS VÉLEZ, Y DALE CAMPEÓN CARAJO!!!

miércoles, 1 de julio de 2009

Gotita

Existe un monstruo.
Sí, existe. No es imaginario, aunque uno de sus tantos poderes sea disimularlo.
Ataca en todas las casas, en todas las esquinas, todos los bares. En todos lados. Brilla cuando muchos comen, se apila es casuchas verdes, salta de boca a boca como una epidemia. Y te come la cabeza, te desespera, te hace temblar, te llena ira, de odio, de resentimiento, de flojera, te hurta la memoria.
Suavemente, con buenos modales, a la manera en la que los buenos vecinos ejemplares se entienden, te insta suavemente a hacer lo que él quiere que hagas. Convierte sus miedos en los tuyos, aunque en la vida vayas a tener todo lo que tiene. Sin pensarlo, pensás sus cosas, decís sus cosas, dialogás sus cosas, y lo demás es pura intolerancia, muerte y culos en la arena.
Pero no, no hay que sentirse idiota, ni retrasado, ni dominado, ni ignorante. Sólo somos figuritas que van dan dando vueltas, buscando lo mejor para nosotros, resguardándonos en cada esperanza que se nos presente ante todos los cataclismos que el monstruo nos presenta. Y es al único que podemos ver, aunque nos diga de que somos totalmente libres. La ironía...
Como todo gran poder, tiene una resistencia. Y desde ahí te digo: No amigo, no te sientas idiota, pero tampoco te sientas mejor.


Se perdió en las elecciones. Hay errores para revisar, como dije siempre y seguiré sosteniendo. Pero hoy, MÁS QUE NUNKA.