sábado, 31 de julio de 2010

Perdidísimo

¡¡¡GENTE QUE ESTÁ VIENDO LOST ABSTENERSE DE LEER!!!

¿Qué mierda tiene que ver el hijo de Jack?
¿Por qué el no-Jacob es humo negro?
¿El tapón qué carajo hace?
¿Por qué había osos polares?
¿Y la iniciativa Dharma?
¿Qué simbolizaba la isla?
¿De qué o de quién se la protege?
¿Qué hicieron Hurley y Ben despúes de Jack?
¿Qué fue de Alpert, Miles, Lapidus, Rose y Bernard?

Y mil interrogantes más. Cuanto más lo pienso, menos lo entiendo, y menos me gusta el final. Una lástima para una serie IMPRESIONANTE. Tan buena que un mal final no termina de opacarla. Eso sí, termina y mil cosas quedan más perdidas que todos los de Oceanic 815.

lunes, 26 de julio de 2010

Siguiéndola


A 58 años de su fallecimiento.
Gracias por tanto Capitana. El pueblo siempre te va a recordar.

miércoles, 21 de julio de 2010

Sobre prejuicios y adaptación

Es justo que una pareja homosexual, que realmente se ama, pueda tener los mismos derechos que una pareja héterosexual, que se los reconozca como pareja ante la ley que puedan compartir sus bienes. ¿Qué es probable que esa pareja se desvirtúe? ¿Que sólo se casen por que está la ley? Sí, es probable. Pero, ¿No hay parejas héterosexuales que se desvirtúan, en las que se llega a la violencia, o que simplemente se divorcian por que no funciona la pareja? ¿No hay parejas que se casan por un simple mandato familiar, sin pensar siquiera lo que se está haciendo? Sí, eso también es probable.
Como tantas cosas, la elección sexual es social. No hay un gen maldito que te hace gay, no es una enfermedad, no es contagiosa, no te agarra "Puto" por saludar a un gay. Señores de naranja, LOS GAYS NO VAN POR SUS HIJOS!!! No van a entrar a robarles criaturas. Eso ya lo hicieron determinados señores que unos cuantos de ustedes deben haber apoyado, al menos con el silencio (siempre cómplice silencio).
Dense cuenta que los pajeros son ustedes, que los que más esconden al violador son ustedes. ¿Que si una pareja gay adopta un hijo es probable que lo viole? Es atroz, y como ser posible, es posible. Pero, ¿es algo intrínseco a los homosexuales una violación? Vieja puta de Legrand, si una pareja está adoptando un hijo es para tratarlo, mejor o peor, COMO A UN HIJO, ¡puta pajera reprimida del orto! ¿Corre la posibilidad que lo violen? Sí, tanto como el señor que le hizo siete pibes a su hijastra, o los tantísimos casos de padres o padrastros BIEN HÉTEROS que violaron a sus hijos, les pegaron, LES CAGARON LA VIDA. Ser homosexual no implica ser un violador serial.
En fin, me emocionó mucho ver parejas que realmente se aman poder cumplir con su sueño, poder compartir un poco más, sentirse algo menos excluidos, tener más seguridad para cualquier cosa que pueda suceder.
Independientemente de alineaciones políticas (este debate hizo que yo pueda coincidir en un discurso con Estenssoro, jajajaja), brindo por esta ley, brindo por esta votación, digna para callar a los hijos de puta que ensucian todo el tiempo a la política, los mediocres que dicen que no hay salida.
Brindo por un poco más de igualdad.

martes, 13 de julio de 2010

Luciérnaga loca

Nariz caliente por el fuego,
y tus ganas de reír.
Te sigue por delante un destello,
de aquellos que te hacen sonreír,

que se acerca sin pausa,
sin prisa y sin gritar,
derecho a cumplir con su causa
luz mansa que te quiere quemar.

Luciéraga loca,
de boca en boca
te entretenés.
Volar sin alas,
ganar una calma
de cuando en vez.

Los labios corren a los ojos,
los dientes son resplandor,
las iris nadan en un mar rojo,
no hay enojos, sino risa sin control.

Pensás las cosas más idiotas,
ya ni sabés porqué sonreís.
Pero dale que la noche es corta,
alguna que otra la hay que vivir.

Luciéraga loca,
de boca en boca
te entretenés.
Volar sin alas,
ganar una calma
de cuando en vez.

viernes, 2 de julio de 2010

De los buitres y sus cacerolas lastimosas

La casa es el silencio más sepulcral, la oscuridad más fiera, como debajo de la tierra, con el hermetismo que le gana a todo el aire que entra de la calle.
Golpeteos en el pecho por la sensación de miedo, por la casa se va haciendo desconocida, cada vez menos casa, minuto a minuto más recuerdo. El empapelado, las baldosas, las alfombras, todo se va consumiendo bajo la planta que se bifurca infinitamente en ramas, pequeñas asesinas, incansables, inagotables, recurrentes. Dando vueltas una y otra vez, siempre cerca, siempre enredadera, siempre trepadora, siempre envolviendo la cabeza y escondiendo los cuerpos.
Hay que colgar los trapos, sacarlos al sol que espero que mañana aparezca, por que el turro se hace esquivo en esta fría noche de julio. Afuera parecía despejado, pero adentro las ramas la van de nube, no dejan ver el sol. Las ramas van por el cuerpo, las ramas apretan una cabeza ya bastante comprimida.
Hay que lavar los platos y dejar las cosas limpias, y todavía están los de los fideos del sábado. Hay otros vestigios de cena, de visitantes no deseados, ejemplos de la lacra, el oportunismo y el carroñeo. Vasos con restos de whisky y rouge barato en el borde, con sarro flotando en el fondo, con basura orbitando invisible, como estela de quienes hurgaron el lugar. El whisky tapa al Legui, la cacerola con salsa del sábado están sepultadas bajo un colador y una cacerola más grande del domingo, del lunes, del martes... no importa. Por que como siempre todas las cacerolas las lavan esas manos que no usan guantes, que no temen sacar la cebolla mojada de la rejilla. Todo termina lavado por lágrimas que no salen, pero que lavan más que aquellas que escupen a chorros y no pueden hacer masa con la harina.
La casa se va a ir haciendo chiquita, desaparecerá, y los buitres van a volver con cacerolas de domingo, de lunes, o de no importa. Lo que importa es lo que no hay.
Un brindis... salud.