martes, 11 de marzo de 2008

Nuevos aforismos de Ernesto Esteban Etchenique

A mi esposa Angelita, sin cuya inestimable colaboración, hubiese sido imposible esta dedicatoria.


Quien ríe último, de la desgracia ajena, ríe mejor.

La rosa tiene espinas, pero... ¿Tiene pétalos el atún?

Por muy alta que sea una montaña, no sobrepasa su propia cúspide.

La víbora es, tan sólo, cabeza y cuello.

Dios aprieta pero no ahorca ni cae en el sadismo.

Aún viéndote sucia y borracha, me arrodillo para nombrarte: "¡Madre!".

Te siento cuando te toco, y cuando no te toco, también te siento. ¿Qué tienes en la piel?

Vi una estrella caer. Pedí un deseo. Y la estrella cayó sobre tu casa.

A veces es preferible una sonrisa a un salivazo en el rostro.

No te quejes por haber caído en la porquiza. Aún no te han devorado los cerdos.

Cuanto más subo, más bajo. Cuanto más bajo, más subo. ¿Qué me pasa?

Podrán machacar mis dedos con una maza, podrán quemar mis ojos con una tea... ¡Ni aún así dejaré de escribir mis aforismos!

No basta la buena voluntad si intentas apagar el fuego con gasolina.

Donde pasé, dejé mi huella. Después, pavimentaron.

Desdichado quien encuentra una muerte horrible, pero... ¿no pensamos en quien la ha perdido?

"No es fácil que un camello entre al Reino de los Cielos" (proverbio árabe).

Consulté con mi almohada y me dijo: "Consulta con tu médico".

Quise conocerme a mí mismo. Cuando me hallé, estaba muy cambiado.

Se aprende más en la derrota que en la victoria, pero... ¡prefiero esa ignorancia!

Si no cantara el gallo, igual amanecería.

El que nada desea, es sospechoso.

Reconoce tu idiotez y serás un idiota lúcido.

La hiena ríe pues no piensa en el mañana.

Supe perdonar a la mujer adúltera. Mi piedra no le acertó.

Aquel que perdido una oreja, no desea aros.

El espíritu del Virtuoso es como un espejo. Te miras en él y puedes peinarte.

El hombre sabio es pobre en apariencia, pues su tesoro está en Suiza.

En el mundo hay Bondad y Maldad. Justicia e Injusticia. Árboles y tortugas. Hay muchas cosas.

Morir... ¡extraña costumbre!

El puntapié que me asestaste... ¿no será una opinión?

No hay completa belleza. El tigre es hermoso, pero su orín es pestilente.

El humor no debe ser risa. Sí, sonrisa. Y, de ser posible, llanto amargo.

Si tropiezas dos veces con la misma piedra... ¡sácala de allí!

Para el Sabio no existe la riqueza. Para el Virtuoso no existe el poder. Y para el Poderoso no existen ni el Sabio ni el Virtuoso.

Aquel que ha tocado el cielo con las manos... ¿cuánto medía?

¡Ay! El Dolor se repite. ¡Ay!

Te regalaría unas estrellas, pero te has empecinado en un par de zapatos.

Si crees en la Reencarnación... ¡no te rías de la fealdad del sapo!

He cometido el peor de los pecados. No he sido millonario.

Reparad en ese pato que corre. Reparad en aquel cordero que trisca. Reparad esa cerca que huyen todos los animalitos.

Un dibujo vale por mil palabras. Y si es de Picasso...

Si quieres alcanzar la Sabiduría... ¡empieza a correr ya!

El tirano admite que lo odien, pero odia que se rían de él. Y más aún que le arrojen una bomba.

Dios me señaló con su dedo... ¡y me lo metió en un ojo!

Mientras mas brillante la luz, mayor el gasto.

El pájaro es libre. Lo sería aún más de ser soltero.

En el Reino de los Cielos, el tuelto es Rey.

La última víctima de la guerra dijo, al caer : "¡Qué mala suerte!".

Una palabra puede herir. Pero un martillazo es feroz.

Reprochas al sordo que no te escucha. ¡Grítale más fuerte!

Haz el mal sin mirar a cuál.

Si tantas veces va el cántaro a la fuente... ¿no será muy pequeño?

¡Desdichado el mendigo que no conoce el placer de dar!

El loro plagia las palabras, pero quien está preso es el canario.

El aforismo es una flecha. Parte de mi boca y se clava en tu ojo.

Mis aforismos son como los buenos vinos. Mientras más pasa el tiempo, más caros.

Busco espíritus sensibles. Intermediaros abstenerse.

El pavo real abre su cola sin importarle si es día feriado.

¡Qué superficial es la alegría ruidosa de la orgía!

Cuando el tacto vale más que el sentimiento, la amistad de la orgía no es sincera.

Si la que crees tu pierna no es tu pierna, ya no orgía, es desorden.

Un condenado a cadena perpetua que muere joven... ¡defrauda a la Justicia!

"Prediqué en el desierto" (proverbio árabe).



Un genio. De la risa al pensamiento profundo de un salto. Gracias por tanto Negro.

2 comentarios:

  1. jajaja
    estan muy buenos
    jejej
    necesitaba reir un ratito
    :-D



    un abrazo!

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  2. La sabiduría me persigue... pero yo soy más rápido.

    Robinson Crusoe... y lo pisó un autoe!

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