lunes, 26 de enero de 2009

"Eso es el fútbol"


Viejo con árbol - Roberto "El Negro" Fontanarrosa

sábado, 24 de enero de 2009

El ritual de dormir

Raros poderes los que tiene mi colchón.
No, no los colchones en general, los sommier, los sillones mullidos o los asientos del bondi. El embrujado es mi colchón. O mejor dicho, el colchón, cualquiera que sea, que me vaya a recibir cuando me disponga formalmente a descansar.
No sé qué mágica cualidad hace que este colchón quite el sueño. Llego a él con un cansancio como para dormirme apenas me apoye, pero siempre lo mismo: Que vuelta de acá, que vuelta de allá, que la sábana más arriba, más abajo, que un brazo colgando, que ambos brazos debajo de la almohada, que la almohada paralela al cuerpo, preferentemente del lado izquierdo y con el brazo derecho sirviendo de almohada, boca arriba, boca abajo, ¡qué chueco que soy!, de costado... ya pasaron dos horas. Y yo tenía un sueño para dormir a toda una población.
Entre tanta vuelta, tanto delirio y tanto tiempo, ver el reloj da la triste noticia de que en cuatro horas hay que levantarse. Y despertar como si hubiese dormido ocho horas, aunque a la tarde el sueño vuelva a pasar factura de las cuatro horas descansadas a medias, porque el colchón también tiene la mágica capacidad de despertarte durante toda la noche.
Pero no importa cuánto pese el sueño. De irse a dormir antes de las doce ni pienso. Y de dormirme apenas toque el colchón, bueno, de eso ni hablar. Ya lo dije antes.

viernes, 16 de enero de 2009

Intolerancia

Sí, estoy bastante intolerante hacia mucha gente, ¿Y? ¿Alguno está en contra? Por que si es así, lo cago a trompadas. Jajajajaja, nah, mentira. Mantengo el buen humor.
La cuestión, cada vez aguanto menos a:

1- Todos los pendejos que van al boliche a buitrear, haciéndose los simpáticos hasta con los hombres, y que si vos estás hablando tranquilo con alguien vienen y te interrumpen.
Solución: Buscar un colega que se ponga transversalmente en "perrito" detrás del susodicho. Ahí procedemos a empujarlo, provocando su instantánea caída (a la cual no se podrá resistir mucho, debido que su vasito de Speed con Licor de Melón lo ha dejado borrachísimo). Cada uno de los justicieros tomará al individuo por una de sus piernas, arrastrándolo al baño del boliche, limpiando el piso de éste con su cabello.

2- Todas las pendejas que en los boliches (sí, también estoy reticente a los boliches) se tiran al suelo, lloran, se levantan, ríen, se comen al barman, gritan cosas fingiendo estar totalmente del orto, rechazando la conversación de los sujetos 1-, como si no hubiesen buscado llamar la atención. Además, a cada transeúnte bolichero que se crucen le dirán: "Hoy me tomé dooooooooooos vasos de Frizee..."
Solución: Con el mismo colega del caso anterior, nos acercaremos hacia ella, uno de cada lado. Una vez pegados, acercaremos nuestras bocas a cada una de sus orejas, fingiendo ir a contarle un secreto, aunque en realidad lo que vayamos a hacer sea echarle dos sonoros eructos que hieran severamente sus tímpanos.

3- El revolucionario funcional, habitué de los bares de rock. Tengo que decirte algo amiguito: sólo cantar La Renga y viajar a Catamarca a "sentir el sufrimiento de los pobres" (uy, ¿no hay pobres a la vuelta de casa?) no harán que tu revolución carente de ideas se cumpla. Ningún sistema se cae así. Es duro, pero es la posta capo.
Tampoco tu remera del Che, no lo trillen más al pobre. Menos tu tatuaje en la muñeca de una hoja chala.
¿Y las Topper hechas mierda a propósito, a pesar de que podés comprarte otro par, pero te haría escalar socialmente, lo cual desestabilizaría tu teoría de "sentir el sufrimiento de los pobres"? No, eso tampoco sirve macho. Bajón.
Solución: Tomar la parte trasera de sus calzoncillos Kevingston para practicar con ellos el nunca querido y siempre bien ponderado "calzón chino", que consta de estirar la ropa interior hacia la cabeza del justamente damnificado. Inmendiatamente después colocaremos una estrella en el elástico que ha quedado sobre su frente y lo enviaremos a hacer dedo hasta Dock Sud, partido de Avellaneda, Buenos Aires, Argentina, Sudamérica, América, Planeta Tierra, Sistema Solar, Cinturón de Orión, Vía Láctea, Universo.

(Paréntisis: ¡¡¡QUÉ BUEN TEMA EL DEL MUNDIAL 90 CARAJO!!! Soto il celo, di una state itaaaaaaaaalianananananana)

4- Los quejosos del los transportes públicos. No son tan vistos en el tren, pero sí en los colectivos, y abundantemente en los subtes.
Éste último caso lo veo diariamente desde que se ha extendido el subte hasta mi casa, aunque ya me era conocido de viejas épocas.
Señoras o señoritas gritando "Bastaaaaa, acá no entra más genteeeeee, dejen de hacer fuerzaaaaa". Paquetas señoras comentando que "así no se puede viajar", el señor que hace chistes sarcásticos en voz alta, para que todos escuchen y así quizás iniciar un diálogo con otra persona igual de gorila que él.
En el caso de los colectivos las quejas suelen ser respecto al lugar de parada del chofer, poniendo el grito en el cielo si éste se detiene 40 metros después de la parada. Muy común también que, luego de 20 minutos de espera, algún viejo de mierda se le queje directo al bondier, diciendo que deben aumentar la frecuencia, como si la culpa fuese de él y no de la empresa que no tiene bondis. Ya en el medio del viaje, comentarán por lo bajo que el conductor "es un vagoneta, un rata, un ventajero".
Solución: Darles un día de descanso a todos los choferes blasfemados injustamente. A punta de pistola amenazaremos a los quejosos, obligándolos a tirar cuán bueyes de los medios de transporte, ayudados por latigazos.

(Otro paréntesis del carajo: VIVO POR ELLA YO TAMBIÉEEEEEN. Qué grande Bocelli loco. Y cómo le doy a Marta Sánchez no tiene nombre).

5- No quiero aburrirlos, por eso dejo el último ejemplo, pero el que más me irrita. Odio, detesto, ABORREZCO a los que ante cualquier situación desfavorable exclaman: "¿Y qué querés? En este país". Todos sabemos perfectamente que después estos mismos seres mefistofélicos opinarán en el foro del diario La Nación usando de nick "quieroamipais".
Solución: Golpes, muchos golpes. Tacazos en la nuca. Arrancárles los pelos de la nariz. Disparos en la rodilla de su pierna hábil. Fundamental utilizar armamento fabricado en Argentina.

Acepto cualquier crítica, debido a que una buena parte de esta entrada está basada en prejuicios que caen mal a muchos :D. Pero yo los quiero taaaaaaaaaaaaanto. Y ustedes a míiiiiiiiii. Somos una familia feliiiiiiiiiiiiiiz. Chuuuuuuuuuu ruuuuuuuuuuuuuu, rururururúuuuuuuuuuuuuuuuuuu (música de E.T. atravesando la luna en bicicleta).

martes, 13 de enero de 2009

Vacaciones

Como río por las venas
que no deja de correr,
santas birras y fernets
que matan a las penas.

Como una chimenea
que parece no apagar,
loco quedo de mirar
corduras entre la marea.

Como peones en maizales,
los amigos vamos a andar,
con la fe de encontrar
el amparo de los bares.

Como algo que estalla
y quiere cariño ceder,
se sueña con una mujer
abrazando en la playa.

Como medalla que pendulea
con ganas de hipnotizar,
el sueño empieza a llamar
y en colchones gana la pelea.