miércoles, 17 de febrero de 2010

Galaxia trémula

En una galaxia trémula,
tan cerca de todo,
aparece el camino circular
alrededor de un mundo
plagado de replanteos.

En la tierra donde la cobardía
y la mediocridad
estancan a Dios y al Diablo,
para estar bien con ambos,
decidí hacerme ateo.

En la tierra donde comer huesitos
te eleva hasta lo más alto,
y sólo pensar en la galletita
te tira al tacho,
decidí tener los huevos de pensarlo.

En la tierra donde la joda
es ajena a la "gente como uno",
decidí tirar equipaje por la borda
y aprender a vivir cómodo
entre los pequeños pecados.

En la tierra donde hablar
es una aventura imposible,
decidí comprarme un machete
Y escarbar duro y parejo
entre los arbustos callados.

En la tierra donde jugarse por una idea
es ser un demente antiguo e ingenuo,
decidí la información,
aprendiendo a discriminarla
para no hacerme la vida rosa o gris
dependiendo del dueño de turno.

En la tierra donde la marea de lágrimas
se lleva tantas presiones,
decidí como un idiota
tener seca la retina.

En la tierra donde la torpeza social
choca contra todos
por no saber medir el paso
decidí, erróneamente,
encerrarme a ajustar el calibre.

En la tierra donde se habla fácil,
decidí escribir difícil.

Todo para darme cuenta que
en la tierra donde una pieza
de 2x2 es tu mundo,
el mundo es una mierda,

y no queda otra que meterle faca
a la pompa de jabón
y chocarte con todos,
pero con el calibre fiel
siempre a mano
que ayuda a mantener distancia,

y no pegarte a mediocres,
a pelotudos,
a basuras,
a cagones,
a traidores,
a garcas,
a botones,
o a cualquier objeto nocivo

que te aleje de vos,
de los que más necesitás,
de lo que más te necesitan,
de los que más necesitan,
de los más indefensos.

Y todo por que en la tierra
donde reinan el movimiento
y la dinámica del tiempo y el espacio,
el mediocre,
el pelotudo,
el basura,
el cagón,
el traidor,
el garca,
el botón
o cualquier nocivo
se te cruza en un ascensor
para hablarte del sol de la tarde
y del fresco de la noche.

Porque trabajás con él,
convivís día a día,
en todos lados,
y los cohetes a la luna
o los viajes al centro de la tierra
son emocionantes sólo por una semana.

Pero, por sobre todo,
en la tierra donde la oferta y la demanda
dominaron tantas cosas,
decidí, más firme que nunca,
no ponerle un precio
a todas esas convicciones que,
con defectos y virtudes,
me llevaron a ésto,
que son muchas cosas
menos mediocre,
pelotudo,
basura,
cagón,
traidor,
garca,
botón,
ni ningún objeto nocivo
para los que de verdad quiero
tener de mi lado.
A mi lado.

1 comentario:

  1. no te puedo creer
    entre aca sin conocerte, de pedo, llendo de un lado a otro y me gusto este poema, aprete la tecla para dejarte un comentario y mientras la maquina hacia "glu, glu glu", fui para abajo, vi otras entradas y !aleluya! somos compañeros kichneristas y que se vayan todos a la reputisima madre que los remil veces re pariò!!!

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